¿QUÉ GARANTIAS PUEDO TENER AL CONTRATAR UNA PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUAS?

Garantía

¿QUÉ GARANTIAS PUEDO TENER AL CONTRATAR UNA PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUAS?

El punto más importante que garantizar es la calidad y volumen de agua tratada. Estos parámetros deben estar recogidos en el contrato de forma clara. La calidad y cantidad de agua tratada únicamente depende de los procesos de tratamiento elegidos, y de la cantidad y contaminación del agua a tratar.

Antes de contratar una planta de tratamiento es necesario asignar una dotación que cubra nuestras necesidades actuales y futuras.

En muchas ocasiones no se conocen bien los caudales punta, caudales medios, contaminantes etc. y en estos casos es necesario realizar un estudio previo para definirlos.

Esta garantía se denomina GARANTÍA DE FUNCIONAMIENTO

Una vez que una planta de tratamiento está en funcionamiento esté, debe mantenerse en el tiempo y debe ser flexible frente a cambios de cargas, de producción o climáticos. Además, debe ser fácil y segura de operar. Estos factores no dependen de la calidad del material instalado ni de los procesos instalados, dependen únicamente del diseño. Así pues, un correcto diseño permitirá que el funcionamiento de nuestra planta perdure en el tiempo. Esta garantía se denomina GARANTIA DE DISEÑO OPERACIONAL.

Para que una planta de tratamiento funcione y pueda ser operada correctamente es necesario que todo el equipamiento, instrumental, materiales instalados y construidos estén en servicio, sean mantenibles y cumplan con la función para la que fueron diseñados. Esta garantía se denomina GARANTIA DE MATERIALES.

Una planta de tratamiento de aguas es una instalación compleja donde la parte mecánica no determina su rendimiento y debe procesar cargas variables.

Una de las obligaciones de la propiedad es proteger su inversión y esto se consigue considerando todos los factores que afectan a la elección del proveedor, no solo el precio final.

La empresa debe ser parte activa en el diseño, no en el proceso de tratamiento y definir bien cómo quiere que opere su instalación y exigir estas garantías.

Una buena instrumentación y automatización proporciona más garantías que una planta manual.

Es mejor automatizar todas las actuaciones posibles incluida la vigilancia y alarmas de puntos críticos. Hoy en día es fácil tele gestionar cualquier planta únicamente debemos tener acceso a internet. La instalación debe ser robusta segura y accesible.

Sí una sonda de pH debe ser calibrada para que cumpla su función será necesario instalar un soporte y acceso adecuado, si ahorramos en estructuras y escaleras pensando en el precio final el operario no podrá calibrar la sonda y con el tiempo la planta no funcionará.

La instalación debe ser fácil de mantener. En el proyecto de diseño se deben definir y considerar bien el plan de mantenimiento. La instalación de un emparrillado extraíble para la aireación de un reactor biológico será más cara que un sistema de parrillas fijas, pero su mantenimiento será más fácil y su vida útil y eficacia mayor.

Los costes de operación van a depender además de la cantidad y calidad del agua, del proceso de tratamiento escogido y del diseño. Por lo que en el proyecto se debe exigir una justificación de los costes de operación y comparativa con otras alternativas viables. Se deben incluir:  Energía.  producto químico, gestión de fangos. Horas/hombre de operación Gastos de análisis mantenimiento repuestos y consumibles.

Una planta de tratamiento de aguas es una instalación industrial que debe estar perfectamente integrada en su entorno. Factores como el ruido, olor o estética, se deben tener en cuenta en la fase de diseño y estar cubiertas por la garantía de diseño operacional.

Ninguna instalación está libre de fallos o errores, pero estos deben ser solucionables y/o estar asegurados.

Dentro de la garantía puede exigir a su proveedor que presente un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros y un seguro de responsabilidad profesional que cubra un error en el diseño o funcionamiento de su instalación.

Elegir a un proveedor con solvencia técnica, económica, experiencia y con recursos materiales y humanos adecuados serán las claves del éxito de una instalación de tratamiento de aguas.